30 de Agosto de 2017
La experiencia de Simone Biles, la gimnasta adolescente de Estados Unidos campeona de Río 2016, se destacó no solo por su maravillosa e inigualable destreza en las vigas, en los saltos o en el suelo sino también por cómo logró superarse.
La experiencia de Simone Biles, la gimnasta adolescente de Estados Unidos campeona de Río 2016, se destacó no solo por su maravillosa e inigualable destreza en las vigas, en los saltos o en el suelo sino también por cómo logró superarse a pesar de su dura y triste infancia: hija de una madre con serios problemas de consumo de drogas, fue adoptada por sus abuelos desde muy niña y le demostró al mundo su gran capacidad de resiliencia.
En la Obra de Don Bosco hay muchos y muchas “Simone Biles” que, como ella, a través del deporte rescatan y salvan sus vidas. La Congregación Salesiana tiene por objetivo la promoción integral del adolescente y joven por medio de la educación formal y no formal. Tanto el deporte como el arte son medios educativos fundamentales de nuestra propuesta educativa. El Sistema Preventivo de Don Bosco, como método educativo, busca alcanzar principalmente a los adolescentes y jóvenes pobres, abandonados y en peligro. Como salesianos, evangelizamos educando y educamos evangelizando sin descuidar la situación de vulnerabilidad social con la que llegan los adolescentes y jóvenes a nuestras obras.
Estos chicos invisibilizados, muchas veces por políticas estatales y sociales, llegan a nosotros sin rostros ni nombres buscando recuperar su dignidad arrebatada. Un ambiente de familia y alegría es lo que queremos que encuentren en nuestros centros de día y de noche, en los hogares convivenciales, en los diversos y variados talleres, en los centros de Formación Profesional, en nuestros colegios y en tantos otros dispositivos pensados para ellos. El oratorio, nuestra modalidad educativa de vincularnos con los adolescentes y jóvenes, es también un espacio físico de encuentro y propuestas educativas. Allí cotidianamente van pasando muchos de ellos y a través del deporte, del arte y del juego se van “des-invisibilizando”.
Es allí donde descubren sus potencialidades, su capacidad de resiliencia y vinculación, y donde vuelven o comienzan a sentirse queridos. Ésta es una forma de integrarse a la sociedad. El corazón de nuestra Congregación salesiana son los adolescentes y jóvenes pobres, abandonados y en peligro, los “nadies”, los “invisibles” para muchos… los preferidos y amados por nosotros, salesianos de Don Bosco.
Por:Facundo Arriola (SDB)